28 de febrero de 2010
Este post rompe la cronología, ya que aún vamos por las historias de Aswan, pero hoy en el Cairo hemos vivido una de las experiencias más inusuales de nuestro viaje y porque no de nuestra vida.
Estando ya instalados en nuestro campamento base en El Cairo, en la pensión Roma, y escribiendo algún que otro nuevo post… nuestra sorpresa ha sido ver derrumbarse un trozo de techo seguido de un hombre que ha caído del piso de arriba.
Álex estaba a escasos tres metros del agujero hecho en el techo, mientras que yo por casualidad había subido un momento a la habitación. El azar ha querido que no estuviéramos sentados justo debajo.
He visto salir a la gente corriendo del piso de arriba en dirección abajo, pero ni mucho menos esperaba encontrarme la escena al llegar abajo.
Álex, el comedor y la gente del hotel lleno de polvo, un par de mesas y sillas rotas y un hombre que se quejaba del golpe.
Aunque no ha pasado nada grave, estas son las situaciones que hacen que te replantees muchas cosas, ya que por tres metros no ha pasado nada.
Una vez pasado el susto y recapacitando, no sé muy bien si es debido al carácter egipcio o simplemente por una despreocupación total por el cliente, en ningún momento los responsables directos del hotel se han preocupado por nosotros, no así los hombres de las obras.
Nosotros sí que hemos preguntado si ellos estaban bien, que menos, no??
En estos momentos nos estamos pensando si cambiar o no de hotel, no por el “pequeño” incidente, que puede pasar en cualquier sitio (bueno, más o menos). Si no por el trato recibido posteriormente: ni un cómo estáis?, necesitáis alguna cosa??... nada!!!
Cómo si fuera lo más normal del mundo que se te caiga un trozo de techo de un metro cuadrado al lado.
Quizá algunos penséis que somos un poco exagerados o egoístas, pero una vez hemos visto que todos estábamos bien, lo menos es un poco de amabilidad o preocupación, no??
Sin ser una pasada lo que buscas son unos mínimos de cortesía y no por estas hospedados en este hotel, si no simplemente por humanidad.
La cual creo que hemos tenido más nosotros que ellos.
También hemos pedido un par de toallas nuevas, ya que las que nos han dado esta mañana las hemos utilizado para quitarnos el polvo y la cara de asombro del personal ha sido similar a la nuestra cuando nos han contestado que eran nuevas de esta mañana.
Por ahora esta noche seguiremos aquí, pero mañana seguramente cambiaremos a otro hotel en el que espero que el trato recibido sea mejor que en este.
Una vez más se confirma que en cualquier momento te puede pasar alguna cosa o a escasos tres metros y por ello hay que intentar disfrutar de esta vida.
Me alegro de estar haciendo este viaje!!!!